La cuantificación de cantidades de obra es una tarea fundamental en la construcción, principalmente en los costos.
La cuantificación tiene muchas complicaciones para lograr ser precisa. Por ejemplo: es terriblemente aburrida, necesita una infinidad de cálculos y dedicación y los subtotales en la suma se omiten o duplican con facilidad.
Por ello debemos tener presente que en la medida que el trabajo de cuantificación se estandarice, los errores disminuirán.
¿Para qué sirve la cuantificación de obra?
Es una actividad que persigue 3 objetivos concretos y diferentes en varias etapas de la obra:
1.- Determinar la cantidad de materiales de materiales necesarios para ejecutar la construcción.
2.- Establecer el costo total de la construcción del proyecto y el de cada una de sus partes.
3.- Establecer los avances de obra con fines de pago por obra ejecutada.
La primera cuantificación es la que se realiza antes del arranque de la construcción de la obra, sobre los planos y el resto de la documentación para calcular un presupuesto final.
Errores comunes en la cuantificación
1.- No conocer los procesos constructivos que se usaran. La falta de conocimiento del proceso constructivo puede ocasionar muchos errores significativos en el cálculo de cada concepto que posteriormente afectaran el presupuesto.
2.- No estudiar el proyecto y su documentación. Para tener una visión clara del proceso de construcción del proyecto es indispensable el estudio de toda la documentación disponible del proyecto. Por consiguiente, los documentos mínimos indispensables son:
- Planos definitivos de obra: plantas, cortes, fachadas.
- Planos estructurales.
- Planos de detalles.
- Planos de instalaciones.
Las especificaciones.
3.- No conocer las unidades de medida.
Por ejemplo:
- el metro lineal (ML) se usa para medir cadenas, castillos, plantillas, etc.
- El metro cuadrado (M²) se usa para muros, pintura, losas, pisos, aplanados.
- La medición por volumen (M³) se usa para movimiento de tierra, como excavaciones, mampostería, agregados.
- La medición por peso se usa para el acero, perfiles laminados y comúnmente el cemento.
- Elementos unitarios (Pza.) se usa para elementos Pre-fabricados, accesorios etc.
4.- No medir con exactitud. Dentro de los límites razonables de tolerancia se debe de lograr un alto grado de exactitud, especialmente cuando el material o concepto que se está cuantificando es muy costoso.
Por ejemplo. No es lo mismo un error de 1 m² en la medición de un acabado con pintura que 1 m² de un piso de mármol.
5.- Dos o más personas cuantificando el mismo concepto (duplicidad). La aritmética de las hojas de cálculo las debe de hacer una sola persona ya que se ha comprobado que cuando se trabaja en pareja, por ejemplo, uno dictando y otro haciendo operaciones se incrementa la cantidad de errores.
6.- No poner datos suficientes en cada hoja de cálculo.
Los generadores son parte esencial del contrato de obra y por lo tanto deben de ser bien detallados con constancia de todas las operaciones para facilitar su posterior revisión, corrección y/o modificación.
Es importante en cada hoja de cuantificación indicar:
- El plano de referencia.
- La vibración del elemento (ejes)
- El nombre del cuantificador y del supervisor
- La fecha de calculo
- El número de pagina
- En las cuentas, los términos aditivos y deductivos.
7.- No usar el orden recomendado para mediciones.
La técnica habitual de cuantificación recomienda seguir una secuencia ordenada:
- Calcular el total de superficie cubierta.
- Calcular perímetros y superficies de cada área para usarlos en las tareas que lo requieran.
- Contar con una lista o catálogo de conceptos a cuantificar
- Definir las unidades de medidas que correspondan a cada concepto material o unidad de construcción.
- Obtener información de las características de los materiales a emplear, incluyendo fletes y tiempos de entrega.
- Tener actualizado folletos técnicos de los materiales y tener ubicados las direcciones en internet para facilitar su consulta.
8.- No conocer la normatividad aplicable.
El proceso de medición siempre se debe adaptar a ciertas normas que deben ser definidas antes de iniciar el trabajo. Pueden variar según su procedencia y pueden ser; normas de organismos públicos, normas de cámaras de construcción o alguna institución privada.
Por ejemplo; la norma 10.08.4 establece que los cerramientos de concreto tendrán como unidad de medida el metro. Entonces habrá que indicar las dimensiones del cerramiento y su acero de refuerzo.
En conclusión, el estudio de la normatividad puede clarificar el proceso de cuantificación.
9.- No concentrarse en lo que es relevante.
En la cuantificación del proyecto es muy útil usar herramientas como el principio de Pareto.
La ley de Pareto observa que el 20% del esfuerzo genera el 80% de los resultados.
Al trasladar este principio a la cuantificación de obra se puede decir que todos los conceptos o tareas a cuantificar no son iguales en importancia y que deberá tener más atención el 20% de las mediciones que más pueden afectar el presupuesto final.
10.- No usar programas para facilitar el trabajo.
En la actualidad es común presentar y aceptar presupuestos con cuantificación usando procesos digitales.
La herramienta más común pero no siempre la ideal es el programa de Microsoft Excel ya que permite usar un gran número de fórmulas para obtener más rápido las volumetrías.